Una de cada tres personas con asma tiene un buen control de su enfermedad

La primavera ha llegado y con ella las alergias, pero si además de alérgico eres asmático, esta estación del año puede traerte más de un problemas respiratorio. Y es que sólo uno de cada tres pacientes diagnosticados con asma hacen un control adecuado de su patología.

Esta es la principal conclusión que se ha obtenido en la celebración del día mundial de esta enfermedad, según el Estudio del Control del Asma en España (ESCASE), que realizan la Fundación Respira y el Área de Asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y la Global Initiative for Asthma (GINA).

"El control del asma es el principal objetivo del tratamiento de la enfermedad y a pesar de que hoy en día es posible conseguir el control total de los síntomas del asma con los tratamientos disponibles, sólo uno de cada tres pacientes con asma en España tiene controlada su enfermedad", dicen los expertos.

El estudio también indicó que la falta de control es común al conjunto de asmáticos y no depende de factores sociodemográficos, económicos o de la gravedad de la sintomotología del paciente. Es más, uno de los principales problemas a los que se enfrentan estos colectivos es la infravaloración de su enfermedad, pues aceptan como normal síntomas que podrían ser curados si se tratasen.

El asma es una enfermedad crónica que cuando no se controla correctamente, ocasiona severas limitaciones en la vida diaria del paciente, al tiempo que representa un alto gasto en el presupuesto de salud de los diferentes estados. En nuestro país, entre el 5 y el 8 por ciento de los adultos son asmáticos, cifra que se eleva en la población infantil llegando al 12 por ciento.

"Cuando el asma está controlado el paciente no nota molestias respiratorias ni de día ni de noche, no necesita usar inhaladores para aliviarse, tiene una vida físicamente activa, tiene una capacidad pulmonar normal o cercana a la normalidad y no está expuesto a tener ataques graves", afirmó el especialista César Picado, del Servicio de Neumología del Hospital Clínico de Barcelona.