martes, 17 de abril de 2007

Investigan si la forma y tamaño de las nanopartículas afecta a su nivel de toxicidad

Un grupo de estudio de la Universidad de Florida(UF) investiga si la toxicidad de los metales aumenta, una vez que han pasado a ser nanopartículas, en función de su forma y tamaño. Además, trata de averiguar si tendrían efectos nocivos para la salud.

Actualmente, alrededor de más de 400 compañías mundiales utilizan distintas formas de nanotecnología, y algunas agencias reguladoras como la Agencia de Protección del Medio Ambiente, la Agencia Americana del Medicamento (FDA) y la Administración de Medicina Ocupacional y Seguridad estudian si es necesaria una nueva regulación para vigilar sus posibles efectos perjudiciales para la salud humana. En algunos casos, aún se desconocen las consecuencias, explica Kevin Powers, director asociado del Centro de Investigación en Ingeniería de la UF.



Nanopartículas de platino



Gracias a los fondos de Universidad y algunas agencias como la Fundación Nacional para la Ciencia y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, los investigadores dirigen ocho proyectos y tratan de explicar si las nanopartículas afectan a la salud humana. Powers cree que estos efectos, tanto en la salud y como en el medio ambiente, de los metales comunes y materiales no son aún conocidos. El problema para los investigadores es determinar si los efectos cambian cuando los metales toman forma de nanopartículas y si éstas son más o menos peligrosas dependiendo de su forma y su tamaño.


María Palazuelos, estudiante de Ingeniería en la Universidad de Florida (UF) es miembro del Grupo de Nanotoxicología de la UF, un pequeño grupo multidisciplinar cuyo trabaja en el desarrollo nanopartículas. Palazuelos investiga qué sucede en términos de tamaño, forma y toxicidad, al unir células vivas con partículas de aluminio. Su objetivo es conocer si las nanopartículas de aluminio son perjudiciales para la salud. Por el momento, varios estudios epidemiológicos han evaluado a trabajadores de la fundición y a soldadores que durante años han estado expuestos al aluminio, pero no se ha podido demostrar que existan esos efectos en la salud.

Desde hace tiempo se conoce la toxicidad del cobre y algunos metales en ciertas formas de vida marina. David Barber, toxicólogo de UF, ha investigado si las nanopartículas de metales tienen más tóxicos que la mayoría de las formas solubles de los metales. En una parte de esta investigación, se ha trabajado con un pez cebra y diferentes concentraciones de nanopartículas de cobre para comparar con los resultados con los producidos por el sulfato de cobre.

Sus resultados muestran que 30 nanometros de las nanopartículas de cobre esférico son letales para el pez cebra, aunque este material es menos toxico que el sulfato de cobre. Barber tiene la esperanza de determinar si el tamaño o la forma de las nanopartículas es clave en los efectos; si ésa es la causa, las agencias reguladoras tendrán mucho trabajo por delante.

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