Los ancianos con dolencias de espalda mejoran cuando evitan el reposo, según las conclusiones de un estudio de la Fundación Kovacks publicado en la revista científica "Spine Journal". Para realizar el estudio, la fundación evaluó los programas sanitarios indicados para reducir las dolencias de la espalda.
Los investigaciones revelan que para mejorar la salud de forma "relevante y duradera" hay que mantener el "máximo grado posible de actividad física". Con estas conclusiones, Kovacks quiere mejorar la autonomía en las actividades cotidianas de los ancianos, además de evitar que las dolencias de éstos empeoren, además de obtener una mejora en calidad de vida, puesto que postrarse en la cama no haría otra cosa más que acrecentar su enfermedad y su dependencia de otro persona.
Alrededor del 70 por ciento de la población de los países desarrollados ha padecido en algún momento dolor de espalda, causa importante de incapacidad y pérdida de calidad de vida entre quienes lo sufren, proporción que en el caso de los ancianos alcanza el 80 por cientos del total.
En el estudio participaron un total de 661 ancianos de doce residencias de Asturias, con una media de entre 80 y 81 años, a quienes se les impartieron charlas sobre higiene postural, educación activa o salud cardiovascular. En cuanto a higiene postural se consiguieron mejorías leve en un mes; en educación activa, se obtuvieron mejorías más perceptibles y con una duración de seis meses y, en el tercer grupo, se obtuvieron cambios positivos.
Educación para mayores
Es primera vez que se ha estudiado científicamente la manera de mejorar el grado de incapacidad en los pacientes con dolencias de espalda de edad avanzada, un problemas se podría resolver con "una simple campaña de educación", apuntó el responsable de la Fundación. Campaña que no supondría un gasto elevado para las arcas públicas, pues consistiería en unas charlas grupal sobre educación postural y activa, y la entrega de folletos informativos explicando como realizar las tareas diarias sin dañar la espalda.
A partir de ahora deberemos desechar el mito de la curación en la cama...aunque nos encontremos más agustito...
Los investigaciones revelan que para mejorar la salud de forma "relevante y duradera" hay que mantener el "máximo grado posible de actividad física". Con estas conclusiones, Kovacks quiere mejorar la autonomía en las actividades cotidianas de los ancianos, además de evitar que las dolencias de éstos empeoren, además de obtener una mejora en calidad de vida, puesto que postrarse en la cama no haría otra cosa más que acrecentar su enfermedad y su dependencia de otro persona.
Alrededor del 70 por ciento de la población de los países desarrollados ha padecido en algún momento dolor de espalda, causa importante de incapacidad y pérdida de calidad de vida entre quienes lo sufren, proporción que en el caso de los ancianos alcanza el 80 por cientos del total.
En el estudio participaron un total de 661 ancianos de doce residencias de Asturias, con una media de entre 80 y 81 años, a quienes se les impartieron charlas sobre higiene postural, educación activa o salud cardiovascular. En cuanto a higiene postural se consiguieron mejorías leve en un mes; en educación activa, se obtuvieron mejorías más perceptibles y con una duración de seis meses y, en el tercer grupo, se obtuvieron cambios positivos.Educación para mayores
Es primera vez que se ha estudiado científicamente la manera de mejorar el grado de incapacidad en los pacientes con dolencias de espalda de edad avanzada, un problemas se podría resolver con "una simple campaña de educación", apuntó el responsable de la Fundación. Campaña que no supondría un gasto elevado para las arcas públicas, pues consistiería en unas charlas grupal sobre educación postural y activa, y la entrega de folletos informativos explicando como realizar las tareas diarias sin dañar la espalda.
A partir de ahora deberemos desechar el mito de la curación en la cama...aunque nos encontremos más agustito...
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