lunes, 19 de febrero de 2007

¿Fraude en la clonación humana?

Quizás el caso de Hwang Wook-Suk se ha convertido en el mayor fraude nunca visto en el mundo de la ciencia, pues este científico coreano pasó de ser un pionero en la clonación de células embrionarias humanas a un simple científico desprestigiado en poco más de dos años. Actualmente, los clonadores terapéuticos se encuentran otra vez en el punto de partida, viendo como parte de la sociedad observa con recelo sus descubrimientos por lo ocurrido con Wook-Suk.

En Marzo de 2004, Wook-Suk publicó en ‘Science’ un estudio sobre el cultivo de una línea de células madre embrionarias derivadas de un blatocisto humano clonado que despertó las primeras dudas en la comunidad científica, que le acusaron, entre otras cosas, de que el proceso era incompleto o de que la traza de las fotos aportadas era “extraña, por decirlo suavemente”. Pero a pesar de eso él siguió adelante con sus “investigaciones” y en junio de ese mismo año anunció la clonación de once líneas embrionarias derivadas de pacientes específicos, lo que le llevo a obtener mayores financiaciones y reconocimientos. Pero aún queda más: Nature publicó meses después la clonación del perro Snuppy.

El escándalo comenzó un mes después de esta última publicación, cuando varios medios coreanos revelaron que los óvulos usados en la primera clonación habían sido obtenidos a cambio de dinero. A partir de ahí todo fue una reacción en cadena: colaboradores que rompían con Wook-Suk, e incluso quitaban su nombre del primer ensayo; confirmación de los pagos a los donantes; fotos duplicadas en el ensayo de 2005 y 9 líneas embrionarias que nunca existieron. Hwang lo negó todo, pero nunca pudo demostrarlo. Después de todos estos acontecimientos, muchos creen incluso que Snuppy es también un fraude.

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